* El anciano hospitalizado y la viagra
Un joven va a visitar a su Abuelo de 85 años al hospital.
“¿Cómo estas, Abuelo?”
“De maravillas.”
“¿Qué tal la comida?”
“Exquisita. Los menús son excelentes”.
“¿Y las enfermeras?”
“No podían ser mejores. ¡Estas jóvenes lo atienden a uno de maravillas!”
“¿Y de noche, duermes bien?”
“Ningún problema. Nueve horas seguidas cada noche. A las 10 me traen una
taza de chocolate y una pastilla de Viagra, y con eso me apago como una
lámpara hasta el día siguiente”.
El nieto, extrañado y un poco alarmado, se dirige a la enfermera jefe y le
dice “¿Qué están tratando de hacer? ¡Me dicen que le están dando diariamente
viagra a un anciano de 85 años!
¡Seguramente no puede ser cierto!”
“¡Oh sí!” Le contesta la enfermera, “Todas las noches a las 10 le damos una
taza de chocolate y una pastilla de viagra. Funciona increíblemente bien.
¡El chocolate lo pone a dormir y la viagra evita que ruede y se caiga de la cama!”
La viuda del Rabino
El Rabino de un pequeño pueblo murió, y su congregación decidió, después de algún tiempo, que la viuda debía casarse de nuevo. El único candidato disponible en el pequeño pueblo era el carnicero, así que, aunque con manifiesta renuencia ?pues la viuda estaba acostumbrada a vivir con un hombre intelectual y estudioso?, ella aceptó.
El viernes siguiente al casamiento, después de tomar el baño ritual, el nuevo marido le dijo a la viuda del rabino:
“Mi madre siempre dijo que antes del comienzo de sábado es un precepto tener sexo antes de ir a la sinagoga”.
Y tuvieron sexo.
Cuando volvieron del servicio en la sinagoga, él le dijo:
“Según mi padre, es un precepto tener sexo antes de cenar”
Y tuvieron sexo.
A la hora de irse a dormir él le dijo:
“Mi abuelo me dijo que siempre se debe tener sexo en la noche del sábado”. Y tuvieron sexo.
Luego se durmieron, y cuando despertaron la próxima mañana él le dijo a la viuda del rabino:
“Mi tía dice que un judío religioso siempre empieza el sábado Sagrado teniendo sexo”.
Y tuvieron sexo.
El domingo ella fue al mercado y se encontró con una amiga que le preguntó:
“¿Y cómo es tu nuevo marido?”
“Bueno, mira…, un intelectual no es, ¡pero viene de una familia maravillosa
Las tres monjas en el avión
Viajaban tres monjas en un avión y una dice: “En mi pueblo tenemos unas naranjas así de grandes.” Y acompaña sus palabras con un gesto de las manos.
La otra dice: “Pues en mi pueblo tenemos unos plátanos así de largos.” Y hace el gesto con las manos.
La otra monjita, que era sorda, dice: “¡Ya sé de que habláis! ¡De los cojones del padre Mariano!”
un par de xostecillos
un par de xostecillos
PROYECTOS EN CABEZA (PERO MUCHAS DUDAS Y FALTA DE PASTA):
1. SER SOCIO DEL CLUB
Mi ex 306 graffic 1.4i 75cv, anda por estos paraderos aun.
1. SER SOCIO DEL CLUB
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